Álvaro José Ramos Salcedo / Daira Luz Guerrero Bonilla.
Álvaro José Ramos Salcedo / Daira Luz Guerrero Bonilla.
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Juan Pablo Mercado

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“Mi esposo murió electrocutado porque Air-e no atendió el llamado que le hicimos”

Su compañero sentimental, Álvaro José Ramos Salcedo, de 34 años, falleció por una descarga eléctrica en La Esmeralda.

“Nos deja un vacío muy grande con su partida”, fueron las palabras de Daira Luz Guerrero Bonilla tras la muerte de su esposo Álvaro José Ramos Salcedo, de 34 años, en el barrio La Esmeralda.

Álvaro fue la víctima mortal de una fuerte descarga eléctrica el pasado sábado cuando intentaba poner a cargar su celular. 

“Llegaba del trabajo, fue a conectar un cargador en el enchufe y recibió una descarga eléctrica. La luz tenía una falla desde el viernes, llamamos a Air-e y nunca llegó. Tenemos todo, cuantas llamadas les hicimos, los llamó la Policía, los llamaron los Bomberos y ellos nunca llegaron. Mi esposo acababa de llegar de trabajar y no sabía que no habían acomodado la luz, fue a conectar el cargador y quedó pegado”, expresó la mujer en Medicina Legal.

Álvaro fue llevado de urgencia al Camino El Bosque donde murió. 

Daira Luz señaló que la compañía Air-e fue avisada desde el día viernes sobre el estado de la luz, la cual estaba haciendo retorno a 220.

Llegaron fue el sábado a las ocho de la noche, ya después que había ocurrido la tragedia de mi esposo. El viernes explotó una nevera, otro muchacho quedó pegado, el vecino mío de al lado quedó pegado desconectando la nevera. Todo el mundo buscando desconectar los electrodomésticos porque la luz estaba haciendo retorno”, señaló. 

En su declaración, la esposa del fallecido aseguró que Air-e no le ha dado ninguna respuesta.

“No nos dan respuesta, solamente fueron allá a tomar las indagaciones, preguntaron por los hechos y ya, no me han dado ninguna respuesta. Me da rabia es que ellos fueron allá a atender la emergencia después que hubo un muerto”, puntualizó. 

La esposa de Álvaro lo recordó como un hombre trabajador.

Mi esposo era albañil, él trabajaba donde lo llamaban, era un padre responsable, un esposo amoroso, era una persona esencial, deja un vacío muy grande en todos nosotros”, indicó. 

Dejó tres hijos, dos menores de edad, una niña de 14 años, un niño de 9 y una de 21. 

Álvaro era de nacionalidad venezolana, tenía 9 años en Colombia y 7 viviendo en La Esmeralda.

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